Nuestra Emunah (estudios)
Nuestra nueva identidad exige una nueva mentalidad.
Jimmy Zubarzo – Estudio 56
15/08/2024 – 17:20 hrs
Esto debiera ser un efecto poderoso en nuestra transformación, pero producto de nuestra debilidad como seres humanos, debemos irnos renovando de día en día. Fuimos limpiados de todo y renacimos cuando hicimos tevilah, nos sumergimos en las aguas para lavamiento de pecados y renacimos en el Mashiaj, pero como toda ropa nueva, se ensucia y debemos limpiarla para volverla a usar. Este simple ejemplo revela lo débiles que podemos ser, aun teniendo la fuerza más poderosa que existe, que es Yahweh mismo y su hijo Yahshua.
Nuestro Adon fue hombre perfecto delante de Yahweh y comprende en su propia carne esta debilidad, por lo mismo nos provee su propia vida delante de Yahweh para ser mediador entre él y nosotros. Pero es deber y responsabilidad de nosotros reconocer y validar quienes somos ahora y comprometernos con esta hermosa y sobrenatural vida nueva, para que la mediación del Adon tenga efecto y la rajem del Abba se derrame sobre nosotros.
Esta mentalidad es básicamente el pensamiento que nos envuelve y que finalmente nos dirige en la vida, si pretendemos estar transformados y renovados solo porque estamos obedeciendo mandamientos que antes no obedecíamos, estamos carentes de lo esencial y es la transformación del corazón, que trasunta en la mentalidad renovada en el Mashiaj. ¿Por qué digo esto? Porque si nuestra forma de pensar no está acorde a las acciones que hacemos, estaríamos divididos. De ser así, nuestras acciones solo serían mandamientos religiosos, liturgias vacías, tradiciones Toráticas, sin validez.
Siempre los exhorto a permanecer en fidelidad y compromiso con el Abba y el Adon. Cada vez que comparto con ustedes la Emet y la Emunah intento decirles que vivamos esta nueva vida, cosa no fácil, ni simple, pero es lo mejor que podemos hacer. De este modo estaremos seguros de que somos un pueblo kadosh, haciendo bien las cosas delante del Abba y seamos dignos de su salvación y del pronto reino a manifestarse. Por esto es imprescindible que nuestra transformación sea completa, cuerpo y mente. Solo de esta forma vamos a entender nuestro destino y encajaremos perfectamente en la voluntad de Yahweh.
Pongan atención: solo teniendo una mentalidad hebrea, vamos a poder comprender el mensaje del Abba desde las escrituras y solo lo lograremos en la medida que hagamos de la Toráh nuestro manual de vida. Esta nueva vida está asentada en las escrituras, no en el país donde nacimos, no en culturas, formas o tendencias humanas actuales, sino en lo que el Abba siempre quiso para su pueblo desde que creó al ser humano (Adán y Jawa). Hoy la mentalidad de los hombres está mezclada, mixturada de bueno y malo, de santo y profano, de luz y oscuridad, resaltando el pecado que solo anuncia perdición en la raza humana. Lo mismo ocurre en los renacidos mientras son limpiados en su renacer; muchos persisten en mantener la mentalidad religiosa de la cual fueron lavados. Mantienen la estructura de creencias erradas y sentires propios de la religión en la que nacieron.
Cuando la visión religiosa se enfrenta a la Toráh, lo primero que ocurre, es asombro al comprender la verdad, pero si esta verdad es mezclada con la estructura viciada de la religión, se estará corrompiendo la santidad de la voluntad de Yahweh recibida. La visión religiosa cristiana es griega, por más que intenten decir que no, que es bíblica o fundamental, no es así, es griega, con casi todos los matices politeístas pagano, religiosos, que la envuelven, referente a la divinidad. Por lo tanto, si no concebimos una transformación de fondo y solo nos contentamos con la nueva forma externa de los mandamientos, no somos más que religiosos con Toráh. La obra de Yahshua fue perfecta; al darnos vida eterna, él nos lavó desde adentro hacia afuera. Somos nosotros los que revivimos, por simple costumbre, los rudimentos antiguos por apegos y placebos emocionales que resistimos soltar. ¡Que Yahweh nos limpie de todo!
Lean el estudio
ERRORES Y MIEDOS RELIGIOSOS Y MÍSTICOS
Aquí les comparto justamente acerca de miedos y errores asentados en una mentalidad religiosa, que debemos erradicar de nuestras vidas y vivir lo que la Toráh dice.
Algunos ejemplos de esta mentalidad que se disfraza de Emet cuando solo son hipocresía y ambigüedad por amar la emoción religiosa del pasado.
Creer que por ungir la casa estamos 100% seguros del mal.
Creer que si no canto o danzo, no estoy adorando a Yahweh.
Creer que si mi oración no es extensa y específica, no seré oído.
Creer que si olvidé algo en mi oración, Yahweh no lo escuchó y no me responderá.
Creer que, si no estoy bajo cobertura, no soy Kajal.
No saber a quién orar, pues Yahweh, el Ruaj y Yahshua son lo mismo o casi lo mismo.
Sentir un nostálgico deseo por estar reunido, como antes, en una iglesia.
Creer que si no oro al salir de casa, estoy desprotegido.
Creer que si no me arrodillo, no demuestro humildad y temor.
Orar con voz fuerte y gruesa para demostrar santidad o autoridad.
Obedecer los mandamientos adoptando formas y gestos externos de santidad.
Usar de vez en cuando el velo y los Tzit-Tzit.
Fácilmente, olvidar los días Shabbat y los mandamientos.
Fácilmente, olvidar los días solemnes de las moedim de Yahweh.
Fácilmente, olvidar la instrucción, sobre todo cuando está dispuesta y a la mano.
No gustan de leer la Toráh, les es un libro extraño y tedioso.
Fácilmente, hacer del recuerdo religioso algo deseable para volver a sentir.
Hacer solo el día del Shabbat importante, los demás días son solo rutina.
Sentir frustración por no tener un ministerio o servir en la Kajal (antes era ministerio, asear la iglesia, ser pasillero, tomar la ofrenda, predicar).
Interpretar la Toráh a nuestro modo, para validar o excusar nuestras acciones.
Y un basto etc.
Hermanos, más de una de estas cosas hicimos, practicamos y consentimos como correctas y además santas. Nuestra mentalidad era religiosa, pagana e idólatra. Carecíamos del conocimiento correcto de la Toráh, ignorábamos quién era el Mashiaj, quién era nuestro Abba, no teníamos vida nueva. Hoy somos renacidos, nuevas criaturas y por el Adon Yahshua, estamos siendo forjados para el reino de Yahweh, pero de persistir está la mentalidad religiosa, nos engañamos a nosotros mismos. Si alguno aún vive esta inmensa lista de acciones religiosas, quiere decir que su mentalidad es religiosa y pagana, vive de mezclas, sentires y falsas creencias.
Comprendan esto, podemos ser peruanos, chilenos, argentinos, españoles, colombianos, norteamericanos, africanos y etc. Y aun así tener mentalidad hebrea, nuestra ciudadanía está en el Shamaj que muy pronto se establecerá en la tierra. Nuestra nueva mentalidad no es de este mundo, es del reino kadosh de Yahweh, en su hijo Yahshua. A nosotros no se nos acercó ningún país o pueblo, se acercó a nosotros el reino de los cielos. Yahshua dijo que el reino de los cielos se ha acercado a vosotros. Para muchos es difícil comprender esto ¿Cómo es posible este cambio de mente? ¿Cómo es posible que mis pensamientos sean hebreos, si soy americano? Como ya dije, esta mentalidad es forjada por el Mashiaj en nuestro arrepentimiento de pecados y por el lavamiento de ellos al hacer Tevilah y es esto lo que muchos ignoran o no entendieron en su debido tiempo.
La praxis del lavamiento del Adon es esta y no se enseña o bien, se enseña sin precisar detalles importantes. Primero hicimos Teshuvá, nos arrepentimos de nuestros pecados y suplicamos el perdón del Abba, en ese momento reconocemos al Adon Yahshua como su hijo y su sacrificio por nosotros, luego aceptamos obedecerlo y seguirlo en todo para alcanzar la gracia que promete y la vida eterna. En este bello proceso de perdón, es Yahshua al morir en el madero, quien nos concede la gracia de entrar en la nueva alianza, que restaura la comunión con el Abba y su amor, este lavamiento, limpia todo nuestro ser, nos purifica del pasado y de las viejas y falsas creencias acerca de Él, de las tradiciones paganas y hábitos pecaminosos que vivíamos y que eran nuestra perdición. Una vez limpios, debemos comenzar un nuevo camino, pero esta vez hacia la Emet, guiados por el Adon mediante el Ruaj y es esta verdad la que construye la mentalidad hebrea necesaria para comprender quienes somos y cuál es la voluntad de Yahweh. Esta verdad es la Toráh, desde Bereshit hasta Hitgalut, allí está toda la verdad de Yahweh, de su hijo Yahshua, que debemos comprender y que forjan en nosotros, la identidad de hijos de Yahweh y de pueblo kadosh, apartados para él. Al conocer las escrituras, el lavamiento del Adon surtirá efecto, puesto que el vacío, una vez lavados nuestros pecados, es llenado de la verdad eterna de las escrituras y la voluntad de Yahweh se asentará en nuestro corazón mediante la obediencia a sus mandamientos. Este bello proceso detonará el paso que sigue y que es progresivo y es nuestra transformación y santidad para la vida eterna y el reino prometido.
Esta es la forma o manera en que la mentalidad hebrea se forja en los creyentes verdaderos, pero si una vez lavados, seguimos con las estructuras viciadas de la religión de donde fuimos rescatados, todo es en vano, solo estaremos mutando el corazón en algo peor, seres carnales, que conociendo la verdad, no la siguen, ni obedecen, solo la acomodan a sus viejos patrones o peor aún, interpretan a su antojo lo que dice la Toráh o viven culpógenos de todo, sin deseos de cambiar. Esta tragedia ocurrió y ocurre hoy en día, pero Yahweh es bueno y a todos los que hemos renacido, se nos ha puesto a disposición la sana doctrina, la Emet de Yahweh que corre por los medios digitales y en un sinfín de estudios, que obviamente debemos filtrar, para no salir del sartén y caer en las brazas nuevamente.
Antes creíamos que esta mentalidad renovada, era instantánea, que al sumergirnos en las aguas y salir de ellas, éramos transformados por completo y no es así, (Eso era el pensamiento mágico religioso que nos habían inculcado) en esos momentos fuimos lavados y vaciados del pecado y de la mala manera de vivir, para ser revestidos después por la palabra de Yahweh y el poder del Ruaj. Aún existen testimonio de hermanos en la correcta Emunah, lejos, dispersos, sin los medios suficientes para acceder a estudios y a la Toráh y el Abba igualmente les ha provisto lo suficiente y hoy adoran en Ruaj y en emet al único Elohé verdadero y a su hijo el Adon Yahshua. Se cumple su Toráh, hasta lo último de la tierra, pues su davar jamás regresa vacía.
Ahora pueden comprender por qué existen muchos fieles y muchos religiosos en medio de la Kajal, los fieles han entendido su identidad y mentalidad y la forjan cada día con la Toráh y el poder del Ruaj y los religiosos que se rebelan a ella y al Ruaj, por seguir tendencias religiosas y paganas y por malinterpretar la definición de su progreso y avance en el Mashiaj, terminando esto en pecado e hipocresías. Sin Toráh no hay transformación, sin el Ruaj no hay gracia del Adon y sin estas cosas, tampoco hay un Adon. No podemos forjar Emunah, sin Toráh, menos vida nueva sin un Adon. Shalom alejem.
Con amor en Yahshua, Jimmy Zubarzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario