Nuestra Emunah (Estudios)
Los fantásticos símbolos de las escrituras
Jimmy Zubarzo - Estudio 44
10/05/2023 – 23:35 hrs
En esta serie vamos a estudiar acerca de seres, cosas, objetos y expresiones que suenan fantásticas y muy a menudo se toman literales y no todas las son, pues, son símbolos que deben ser correctamente interpretados... Comencemos.
Los cuatro seres vivientes que vio Yejezqel
Al leer Yejezqel en el primer capítulo, nos encontramos con 4 figuras muy llamativas y que tienen características de seres fantásticos, muchos creen que son ángeles, otros que son querubines, otros que son una especie de principado sobrenatural de Yahweh, otros que es Yahweh mismo y otros que se trata solo de una visión que representa algo ¿Qué son estas 4 figuras? Leamos que dice la Toráh acerca de ellas:
Los cuatro seres vivientes:
Yejezqel 1:4 Miré, y vi que venía del norte un viento huracanado, una enorme nube con un fuego centelleante, rodeado de un resplandor; y en su centro, en medio del fuego, había un resplandor como de ámbar. 1:5 En su centro estaban también las figuras de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: Tenían las apariencias de figuras de seres humanos. 1:6 Sin embargo, cada uno tenía cuatro caras, y cada uno tenía cuatro alas. 1:7 Las piernas de cada uno se fusionaban en una sola pierna rígida, y los pies de cada uno eran como una sola pezuña de becerro; y su brillo era como el lustre de bronce pulido. 1:8 Tenían manos humanas debajo de sus alas. Los cuatro tenían sus caras y sus alas en sus cuatro costados. 1:9 Las alas de cada uno se juntaban unas con otras. No se volvían cuando se desplazaban; cada uno se desplazaba en la dirección de cualquiera de sus caras. 1074 1:10 Cada uno tenía una cara humana al frente, cada uno de los cuatro tenía una cara de león en el lado derecho; cada uno de los cuatro tenía una cara de toro en el lado izquierdo; y cada uno de los cuatro tenía una cara de águila detrás. 1:11 Así eran sus caras. Sus alas estaban extendidas hacia arriba. Cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí, y otras dos que cubrían sus cuerpos. 1:12 Cada uno se desplazaba en la dirección de cualquiera de sus caras; iban adondequiera que el Ruaj los impelía a ir, sin voltearse cuando se desplazaban. 1:13 Tal era la apariencia de los seres vivientes. Con ellos había algo que parecía carbones de fuego encendido. Ese fuego, como antorchas, se desplazaba entre los seres vivientes; el fuego resplandecía, y del mismo salían relámpagos. 1:14 Moviéndose de allá y de acá entre los seres vivientes había algo que parecía relámpagos.
Las ruedas:
Yejezqel 1:15 Mientras yo miraba a los seres vivientes, vi una rueda en la tierra junto a cada uno de los seres vivientes de cuatro caras. 1:16 En cuanto a la apariencia y la estructura de las ruedas, brillaban como una esmeralda. Las cuatro ruedas tenían la misma forma; la apariencia y la estructura de cada una era como de una rueda dentro de otra rueda. 1:17 Y Cuando se desplazaban, cada una podía moverse en la dirección de cualquiera de sus cuatro lados; no viraban cuando se desplazaban. 1:18 Sus aros eran altos y aterradores, porque los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor. 1:19 Y cuando los seres vivientes se desplazaban, también se desplazaban las ruedas junto a ellos; y cuando los seres se elevan de sobre la tierra, las ruedas también se elevan. 1:20 Adondequiera que el Ruaj las impelía a ir, ellas iban –a dondequiera que el Ruaj las impelía– y las ruedas también se elevan junto con ellos, pues el Ruaj de cada ser viviente estaba en las ruedas. 1:21 Cuando ellos se desplazaban, también ellas se desplazaban; y cuando ellos se detenían, también ellas se detenían; y cuando ellos se elevan de la tierra, también las ruedas se elevan junto con ellos, porque el Ruaj de cada ser viviente estaba en las ruedas. 1:22 Sobre las cabezas de los seres vivientes había una forma: una bóveda, con un brillo impresionante como de cristal, se extendía por encima de sus cabezas. 1:23 Debajo de la bóveda, cada uno tenía un par de alas extendidas hacia las de los otros; y cada uno tenía otro par cubriéndole el cuerpo. 1:24 Cuando se desplazaban, yo podía escuchar el ruido de sus alas como el ruido de potentes aguas, como la voz de Shaddai, un tumulto como el bullicio de un ejército. Cuando se detenían, bajaban sus alas. 1:25 Desde arriba de la bóveda por encima de sus cabezas vino un sonido. Cuando se detenían, bajaban sus alas. 1075 1:26 Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había la forma de un trono que parecía de zafiro; y arriba, sobre dicha forma de trono estaba alguien semejante a un hombre. 1:27 Desde lo que parecía su cintura hacia arriba, vi un brillo como de ámbar – algo que parecía como un fuego encerrado en un marco; y desde lo que parecía su cintura hacia abajo, vi algo que parecía fuego. Había un resplandor alrededor de él. 1:28 Como el aspecto del arco iris que brilla en las nubes en un día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Este era el aspecto de la apariencia de la Presencia de Yahweh. Cuando la vi, caí postrado sobre mi rostro; y oí la voz de alguien que hablaba.
El relato es asombroso, sin duda alguna, el profeta Yejezqel ve 4 figuras fantásticas y sus características denotan que son excepcionales en toda su estructura, pero esto que ve el nabí, no es algo que realmente exista y porque lo digo, porque no podemos omitir el contexto del relato y el verso 1 del capítulo, dice que el nabí está teniendo una visión de Yahweh Elohe, él vio abrirse los cielos y tuvo visiones de Yahweh Elohe. Leamos el texto:
Yejezqel 1:1 En el año treinta, el quinto día del mes cuarto, cuando estaba yo en la comunidad de exiliados junto al río Kevar, se abrieron los Shamaim, y vi visiones de Elohé.
Analicemos las figuras pues las cuatro son iguales:
1-Las cuatro figuras aparecen en el centro de una nube resplandeciente, esto denota autoridad y singularidad, no son cualquier figura.
2- Las cuatro figuras tenían apariencia humana, es decir, parecían humanos.
3- Tenían cada una. Cuatro caras, cuatro alas, sus piernas se fusionaban en una sola y los pies eran como una pesuña de becerro resplandeciente y debajo de las alas tenían manos humanas.
4-Las caras se movían como una sola, y cada figura tenía cara humana al frente, cara de león a la derecha, cara de toro a la izquierda y cara de águila detrás.
5-sus alas se extendían hacia arriba, dos permanecían unidas y las dos restantes cubrían sus cuerpos.
6- Los seres se movían en la dirección que el Ruaj los impulsara.
7-Entre los seres había fuegos parecidos a antorchas que se movían y salían relámpagos de ellos.
8- Cada ser viviente tenía una rueda increíble que se movía hacia donde ellos se movían y su característica más intimidante es que estaban llenas de ojos en sus aros y subían y bajaban a la tierra.
9- sobre los 4 seres y las ruedas, el nabí vio algo como una cúpula o una expansión como cielo y desde allí podía oír el ruido de los seres al moverse y el estruendo eran inmenso como si fuera la voz del Abba y en medio de la cúpula un trono y sentado uno con semejanza humana que brillaba como ámbar desde la cintura hacia arriba y hacia abajo como fuego.
10- Yejezqel pudo un asombroso resplandor alrededor de la figura humana y era como un arcoíris cuando llueve, el dice que vio la apariencia de Yahweh.
Al parecer ser trata de Yahweh representado en las 4 figuras fantásticas, las caras, las alas, el fuego que resplandece y los relámpagos, indicarían que se trata de la creación y los poderes de la naturaleza que están bajo su reino y dominio. Las connotaciones de becerro en sus pies y el fulgor que emanan, bien podría ser alusivo al sacrificio y servicio que esta debe dar al Abba. También aparecen ruedas llenas de ojos que se mueven en cada dirección que el Ruaj mueve a los seres vivientes, esto revela que es el conocimiento absoluto de Yahweh en todas las cosas, luego ve un trono sobre los seres viviente, estaba en una especie de cielo, lleno de resplandor y fuego y algo similar al arcoíris, esta figura de Yahweh bien puede ser la proyección de su excelsa creación que es su hijo Yahshua, quien establece el pacto de Yahweh con el hombre simbolizado en el arcoíris.
Debemos comprender que esta visión revela el poder y gloria de Yahweh que solo podemos vislumbrar mediante su creación, esto responde a la visión de Yejezqel. Leamos Romaniyim 1:20
Romaniyim 1:20 Porque sus atributos invisibles, su eterno poder y su divinidad, se dejan ver desde la creación del mundo, y se perciben en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa.
También es importante notar que la visión representa a Yahweh, tanto en su gloria como en su poder, pero no es Él propiamente tal ¿Por qué? Porque Yahweh es Ruaj y al Abba ningún hombre lo ha visto, ni ningún hombre ha subido al Shamaim, solo quien salió de Él y ese es Yahshua, la visión más cercana al Abba es su hijo, en su persona el Abba nos muestra como es Él. Leamos que dice la Toráh:
Yohanan 3:13 Nadie ha subido al Shamaim, sino el que descendió del Shamaim, el Ben Ha Adán.
Yohanan 4:24 Yahweh Elohé es Ruaj; y por tanto, es necesario que los que lo adoran, lo adoren en Ruaj y en Verdad.
Yohanan 14:9 Yahshua le dijo: Tanto tiempo que he estado con ustedes, Felipe, ¿y no has conocido al Abba a través de mí? El que me ha visto a mí, ha visto al Abba que me envió. ¿Cómo dices tú: Muéstranos el Abba?
Yohanan Alef 4:12 Nadie ha visto a Yahweh Elohé jamás. Si nos amamos unos a otros, Elohé permanece en nosotros, y su Ahavah se ha perfeccionado en nosotros.
Los cuatro seres vivientes que vio Yohanan en Hitgalut
Algunos ven estos mismos seres reflejados en la visión que vio Yejezqel, pero no es así, en esta visión Yohanan vio algo parecido, pero distinto y no es Yahweh, revela con bastante claridad de qué seres se trata. Leamos el texto en la Toráh de avinu.
Hitgalut 4:6-9. Delante del Trono había como un mar de vidrio semejante al cristal, y junto al Trono y alrededor del Trono había cuatro (seres) Arcángeles, (Gabriel, Mikhael, Rafael y Uriel) llenos de ojos por delante y por detrás. 7. El primer (ser) Arcángel viviente era semejante a un león; el segundo (ser) era semejante a un becerro; y el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. (Simbolismo de sus caracteres) 8. Los cuatro Arcángeles tenían cada uno, seis alas alrededor, y al abrirlas, por dentro, estaban llenas de ojos: y día y noche, sin cesar, decían: Kadosh, Kadosh, Kadosh, El Todopoderoso, que fue, que es, y que ha de venir. 9. Cada vez que aquellos Arcángeles dan Tiferet y Honor y Acción de gracias al que está sentado en el Trono, al que vive desde siempre y para siempre, Avinú Yahweh.
En la visión, Yohanan ve a cuatro seres y del mismo modo que Yejezqel ve que tienen caras de animales, uno de león, otro de becerro, otro de humano y el cuarto de águila, tienen 6 alas a su alrededor y las alas están llenas de ojos. La diferencia con Yejezqel es que las 4 caras son símbolos del carácter de estos seres y no que sean animales o humanos y sus alas llenas de ojos, revelan que en ellos está la santa presencia y conocimiento de Yahweh. Otra diferencia notable es que estos seres tienen solo una cara y no cuatro, y además día y noche dan gloria a Yahweh diciendo santo, tres veces, cada vez que lo hacen. Yahweh no puede adorarse a sí mismo, por lo tanto, estos seres son Malajim. Las traducciones tradicionales solo los mencionan como seres vivientes, pero la traducción original, expresamente dice que son Malajim y su categoría es Arcángeles.
Este estudio continuara...
Con amor en Yahshua, Jimmy Zubarzo
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