Prueba de Fe

 

Nuestra Emunah (Estudios)

Prueba de Fe

Jimmy Zubarzo – Estudio 24

Año toratico – 5998

29/06/2025 – 8:57 hrs.

Estamos viviendo lo que yo llamaría “la gran expectativa profética”, el mundo creyente religioso, se asombra de todo y aun así no deja de vivir religiosamente, el pueblo Yahudi de Yahweh en Israel hace exactamente lo mismo y la Kajal en la dispersión lucha por mantener su Emunah, apartados del mundo, viviendo y esforzándose por cumplir los mandamientos que Yahweh ordeno, viendo lo profético con cierta confusión y con una expectativa que lo frustra o lo llena de ansiedad. La hermandad recibe diversas opiniones escuchando maestros de la Toráh y cada uno expone según lo que comprende o lo que quizá decide es verdad y enfrentan estas opiniones con lo que dice su respectivo Moreh. A pesar de que consideran a sus maestros y líderes, aun así consultan con otros maestros para tener la idea más clara, pues no les basta con lo que reciben en sus Kajales. Esto genera más confusión y más controversia. Esto no es malo, tampoco es una mala práctica, es un ejercicio normal, sobre todo cuanto se desea la verdad y su comprensión total.

Cito opiniones que me sugieren y que de alguna manera he respondido, para poder dar una respuesta satisfactoria y que aquiete los corazones y los impulse a creer y mantener la Emunah pese a todo.

Estas son algunas:

¿Estamos o no viviendo la gran tribulación?

¿En qué año Torático estamos?

¿Todavía quedan profecías por cumplirse?

¿Dónde y quién es él sin Toráh?

¿Quién es el falso profeta?

¿Y qué pasó con ajenjo?

¿Nos vamos o no al desierto?

¿Dónde están los dos testigos?

¿Estamos en los sellos, las trompetas o las copas de ira?

Este cuestionamiento está presente, sobre todo, si el anuncio del regreso de Adon se vuelve notorio y cada vez cobra más realce. La respuesta a estas preguntas es que, en efecto, si estamos viviendo la gran tribulación y la única forma de tener una idea acerca de cuál es la ubicación profética que nos encontramos es precisar el año Torático correcto o el más cercano al correcto. Deberíamos, según el conteo realizado desde la Toráh estar cursando el año 5998, indicando esto, solo dos años hasta el sexto milenio. Recuerden que el Adon reina mil años desde su regreso, cumpliendo con ello el séptimo milenio. Esto quiere decir, que estaríamos finalizando la gran tribulación el año 6000 Torático. En estos dos años aproximadamente debería ocurrir la última fase profética y es el regreso del Adon, Har-Meggido, el fin del sistema humano, Ha-Satan siendo atado por mil años y el establecimiento del reino de Yahweh en manos de su hijo Yahshua.

Como lo he dicho en otras oportunidades, los eventos proféticos anunciados, tienen su cumplimiento no como lo concebimos siempre o como nos enseñaron, todo ocurre geográficamente en el medio oriente, recibiendo todo el resto del mundo las consecuencias como efecto colateral, pero no es algo globalizado o como muestran las películas. Siempre creíamos ese dominio mundial y, aunque ese dominio está sobre las masas, no es como lo pintaron. Hago énfasis, puesto que lo más probable es que muchos todavía estén esperando algo similar. La señal profética que ilumina el camino es siempre la Higuera “Israel” y eso es en el medio oriente.

Este punto es muy importante de considerar y es que los juicios descritos en Hitgalut los mas concreto es que no son lineales, es decir, no se desarrollen de manera cronológica estricta, no necesariamente es secuencial o sucesiva. Esto respondería el porqué aún no ocurren algunos juicios tan llamativos en su forma y característica.

Para poner un ejemplo, lean apocalipsis 11 y 12. El capítulo 11 habla de los dos testigos que cumplen la misión de exhortar a Yisrael en la segunda mitad de la gran tribulación con señales y prodigios; son asesinados por la bestia, Yahweh los resucita y suben al cielo. Suena la séptima trompeta, indicando el fin de la tribulación y el reino del Abba en la tierra. Luego el Capítulo 12 prosigue con la visión de una mujer que está en cinta y el dragón desea devorar a su hijo. Ella huye al desierto y allí es guardada por 1260 días. Luego ocurre una guerra cósmica, Ha-Satan y los malajim luchan y Ha-Satan es vencido y arrojado a la tierra. Nuevamente, menciona a la mujer que huyó al desierto y Ha-Satan se vuelve con gran ira y persigue a la descendencia de la mujer. Los simbolismos los entendemos, pero la sucesión de eventos según la visión del Sheliaj Yohanan no es lineal, ni tampoco cronológicos, es más bien una cuestión de ciclos.

Esta forma de mostrar los eventos futuros en las escrituras no es errática o antojadiza, es más bien un precedente señalético para el pueblo de Yahweh, dejándole a sus hijos la responsabilidad de su atención, diligencia, e importancia en lo que El Abba estableció como patrón profético. Por eso es muy importante que quienes sean pueblo de Yahweh amen su Toráh y deseen su comprensión, puesto que su voluntad y nuestro futuro están en cada línea escrito.

Esta es una poderosa razón para definir nuestra vida y nuestra Emunah, como una gran prueba de fe. Desde que creímos, asumimos la verdad de Yahweh como nuestra verdad, destinada desde los cielos para nuestro corazón. Guardarla, amarla, obedecerla y esperarla se volvió en nuestro alimento, nuestro aire, la razón de nuestra eternidad. Ver a nuestro Adon se convirtió en nuestra meta, el objetivo supremo de este llamamiento. Permanecer se volvió, es una misión, en un decreto irrenunciable. Esta actitud y forma de vida nos hicieron ver como pueblo distinto y apartado para Yahweh y ver en el escenario mundial toda clase de señales y a la vez una serie de cuestionamientos, sin duda confunde a algunos y a otros los motiva a seguir estudiando y comprendiendo la Toráh. Por esto surgen más planteamientos al respecto, preguntas como estas:

¿Y si todo esto, solo es una brutal coincidencia con las escrituras?

¿Pasa y pasa el tiempo y no vea nada raro o profético?

¿Todo eso, siempre ha pasado?

¿Que harian, si llegados los supuestos tiempos y señales, nada ocurre?

¿Qué harían si su Adon, nunca baja del cielo?

Sin duda, estas preguntas majaderas, han estado desde siempre, pero se acentúan más ahora que estamos viviendo un tiempo álgido mundial. La única razón lógica, a nuestro entender, que los sucesos y eventos anunciados no se cumplan, sería el desfase de tiempo en el calendario Torático, lo que revelaría que el tiempo de algunas señales está destinado para un tiempo más adelante, o bien eran metáforas que indicaron tiempo y lugar. Pero de allí a perder la esperanza y la Emunah en el Adon es imposible, puesto que nuestra Emunah no es de hombre, viene del Abba por escuchar el mensaje del Mashiaj. Pensar en dejar de abrazar la Emunah en el Abba y en su hijo es imposible y lo mismo con su poderosa palabra. El testimonio del Ruaj a nuestro corazón de que somos hijos de Yahweh, es inviolable e irrenunciable. Esta es la prueba de fe, permanecer a pesar del tiempo, a pesar de lo que ocurra y a pesar de lo que digan. ¡Nada nos podrá separar del amor de Yahweh!

Romaniyim 8:29 Porque Él los conoció de antemano y los preparó de antemano para que reprodujeran la imagen de su Ben Yahshua, de modo que, Yahshua fuera el primogénito entre muchos ajaim. 30 Y a los que preparó de antemano, a éstos también los llamó; y a los que llamó, a éstos también los declaró justos; y a los que declaró justos, a éstos también los glorificó. 31 Ante esta realidad, ¿qué más se puede decir? Si Elohé está por nosotros, ¿quién podrá estar en contra? 32 El que no eximió ni a su propio Ben, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a darnos también con él todas las cosas? 33 ¿Quién podrá acusar a los escogidos de Elohé, cuando Yahweh es quien los declara inocentes? 34 ¿Quién los condenará, cuando el Mashíaj Yahshua fue el que murió? Y no sólo eso sino que también resucitó; y además está a la diestra de Elohé, y también intercede por nosotros. 35 ¿Quién podrá separarnos del Ahavá del Mashíaj? ¿La tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿Los peligros? ¿La espada? 36 Como está escrito: Por tu causa estamos expuestos a la muerte todo el tiempo; se nos cuenta como ovejas para el matadero. 37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los mensajeros, ni los gobiernos, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del Ahavá de Elohé, demostrado mediante el Mashíaj Yahshua, nuestro Maestro... Sigamos creyendo y esperando la promesa, sin duda llegara, en su tiempo llegara.

Con amor en Yahshua, Jimmy Zubarzo