Nuestra Emunah (Estudios)
Ningún mezclado entrará en el reino
Jimmy Zubarzo – Estudio 23
Año Torático – 5998
28/6/2025 – 19:08 hrs
Hemos estudiado en varias ocasiones, que significa ser tibio, ser carnal y religioso, y estas tres cosas redundan en lo mismo, vivir mezclado, intentando vivir el reino, pero enredados en la tendencia mundana que supuestamente dejamos atrás, Este síndrome afecta a muchos creyentes en la diáspora, que no saben lidiar frente a esto cuando deben hacerlo. A estas alturas debemos haber madurado lo suficiente para comprender que es de Yahweh y que no, debemos tener argumentos sólidos desde la Toráh y actuar de acuerdo a ellos y no sucumbir al inmenso abanico de paganismo religioso y creencias diversas que el olam ofrece, recuerden ya no somos del olam, estamos allí, pero no pertenecemos a su sistema de vida. Como exhortándome a mi mismo, volveré a compartirles una reflexión al respecto de modo que si alguno aún esta sujeto al pasado, lo suelte, de ello depende su salvación, porque ningún mezclado entrará en el reino.
Nuestra vida cotidiana fluye en tres grandes áreas: el trabajo, los estudios y la familia. Estas tres áreas están en el olam, bajo su sistema y etc.
El trabajo: En este lugar es donde libramos una gran batalla, con gente pagana, gente con hábitos y formas de vida diversas; algunos son simpáticos, otros nefastos y otros indiferentes y todos son paganos incrédulos o religiosos, debemos tratar con ellos todos los días, en este trato debe primar ante todo quienes somos, eso marca la diferencia con ellos, provocando dos cosas: que nos amen o rechacen y a menudo es la segunda opción la que debemos soportar, pero la toleramos por un bien mayor ser fieles al Abba y al Adon para ser dignos de su reino. Los fieles entienden esto, conocen Toráh y la viven, saben que deben soportar y tolerar a los paganos, rechazando sus creencias y tradiciones y el Abba en todo, los bendice y si deben cambiar de rubros por algún supuesto acoso o maltrato simplemente lo hacen, pues saben que Yahweh guiará sus pasos a mejores opciones, pero jamás tranzaran entre sus principios y fe a la seducción del olam. Los que son condescendientes con el olam para no tener problemas, han saboteado su salvación, por un muy mal hecho plato de lentejas. Los que trabajan subordinados a jefes y o empresas enfrentan personas y tratos diversos y si es sabio, puede gozar de buen testimonio aun siendo un creyente fiel, pero no será por permitir el paganismo de sus pares, sino porque sus amigos verán en él o ella la luz del Mashiaj que potencialmente los llama a unirse al reino. Los que trabajan de modo independiente, es lo mismo, en sus rubros, el que sea, deben cuidar su integridad y no transgredir Toráh en lo que hacen y dicen. En el medio laboral que sea debemos ser siempre lo que somos hijos de Yahweh, quién no lo vive así, NO es un hijo de Yahweh, aunque lo diga.
La familia: Es la
institución más sagrada que Yahweh estableció entre los hombres y
como tal debe ser protegida a toda costa. Este sentir es correcto,
pero cuando llega el Mashiaj, la familia se torna hacia Yahweh quien
la creó, provocando diferencias y distancia. Este efecto no es malo,
simplemente establece quienes aman a Yahweh de verdad y quienes no.
La familia sufre división por causa del Mashiaj, muchos critican
este efecto, diciendo: si él creó la familia, ¿por qué la separa?
Yahweh no desea separar familias, él espera unirlas en el Mashiaj y
que vivan todos para él en su reino, pero es la familia que no desea
a Yahweh en sus vidas, rechaza al Mashiaj y sus mandamientos creando
esta separación que si bien es por causa del Mashiaj, no es el quién
la provoca, es la familia incrédula, religiosa y pagana que lo
rechaza. Este es quizá el punto más álgido para algunos, pues aman
a sus parientes, hermanos y desean sus reuniones, celebraciones y
etc. Y dejar todo esto, es como abandonarlos, y solo es la nostalgia
que los traiciona y ponen en juego su Emunah versus la tolerancia
religiosa. Neciamente, crean la figura interna de que ellos son
los que filtran ese paganismo y lo desechan en sus corazones, aunque
estén en medio de árboles navideños, de velas y tortas, de
trompetas y confeti anunciando un nuevo año y etc. Esta forma de
tolerancia es la más pagana que hay, pues la excusa de obedecer
desde la interpretación interna, pero siendo partícipe de todo,
solo es hipocresía y ambigüedad. La Toráh dice que ningún
mandamiento es grave de obedecer, ninguno es difícil; los difíciles
somos nosotros, que nos rebelamos al mandamiento, por el placer de
hacer lo que queremos y lo que hace el olam. Otra cosa, en extremo
nociva, es la condescendencia o la complacencia de hacer lo que no
debemos, para evitar malas caras, enojos o pleitos. Quienes hacen
esto, tienen más temor de sus padres, de sus hijos, de sus esposos o
esposas antes que temer a Yahweh y sus mandamientos. Torpemente,
reflexionan, diciéndose que Yahweh los entiende y los comprende. En
esto tienen razón, Yahweh los entiende y comprende que solo son
ambiguos, tibios, carnales y no temen a su nombre.
Esta
hipocresía afecta a los jefes de hogar y tristemente a sus hijos,
quienes ven esta forma de actuar como algo normal y con carencia
total del temor a Yahweh y adoptan esa forma religiosa nefasta. Una
familia fiel y apartada, vive Toráh, la obedece, da testimonio de
ella y solo guarda y celebra lo que Yahweh ordena, apartados del olam
y nada más.
Los estudios: En esta área sufren todos: los niños, los adolescentes, los jóvenes, padres y madres. El golpe cultural y sub cultural que vive hoy el olam es grotesco, pues no solo es estudio, son formas de vida y de creencias múltiples que pululan en esta generación, creando anticuerpos en contra de la fe correcta. Desde la percepción sexual hasta la creencia o no en Yahweh. Los padres se enfrentan a un sistema que los intimida, los manipula y los enreda en sus formas a través de sus propios hijos. La idea de que las escuelas, las universidades, son los segundos hogares no es tal y nunca lo ha sido. El único hogar es la familia, es allí donde se forjan los principios y valores de un niño. Si el niño es bien instruido y formado en Yahweh, cuando crezca, no dudará en mantener su fe. Él lo sabe y el Abba lo ayudará a permanecer puro. La lucha es fuerte en esta área, pero no imposible si de verdad hay amor, temor, fidelidad e instrucción de Yahweh desde el hogar. Por esto vemos madres y padres asustados, oprimidos y sometidos a profesores, directores y etc., parece que lo que dicen es ley y lo mismo en las universidades, si no se es parte de la masa pensante, solo se es un lunar perfecto para el bullying.
Como ven en todas estas áreas, se presentan luchas y acoso, pero en todo somos mas que vencedores gracias al Adon, el caso de los tibios y religiosos, es que se auto engañan, conciben de manera normal la mezcla, no ven pecado, no ven daño, no ve falta, creen hacerlo bien, mediante una compleja o displicente forma de pensar, muchos piensan en que solo siendo buenos ya ganaron el cielo y son una especie de excepción a la regla y no es así, en el reino entran los valientes, obedientes y fieles a Yahweh obedeciendo sus mandamientos.
Este punto es muy importante que consideren y es que Filadelfia que tipifica el remanente fiel que es guardado en la gran tribulación 1260 yom es decir, los tres años y medio final de la gran tribulación. Han sido sellados por el Ruaj, por lo tanto, ellos no pecan y adulteran la Emunah y ellos la viven, la practican, por eso la Toráh los llama vírgenes, que quiero decir con esto, que si alguno de ustedes aún sigue mezclado consintiendo, conviviendo y practicando creencias paganas, por muy pequeñas que sean, no están sellados, no están apartados y por ende pertenecen a Laodicea, que es la Kajal tibia y religiosa. Si son Laodicea, deberán enfrentar la disciplina y corrección junto al olam. Es triste decirlo, pero es así. Frente a esta afirmación surgen análisis personales, por ejemplo:
Yo obedezco, guardo Shabbat, hago mis ofrendas, cuido de mis hermanos. Si veo necesidad y la puedo suplir, lo hago y celebro las fiestas de Yahweh. En las reuniones o festejos familiares solo es presencia, estoy allí, pero mi corazón no, lo hago por si alguien se convierte. Este razonamiento, solo refleja una cosa: ambigüedad, excusa y autoindulgencia. Si el corazón no está allí, la persona tampoco debiera estar. De esto se trata vivir apartado, en santidad, por causa de Yahweh.
Debo ceder a mi familia, porque la presión es muy fuerte. Mis hijos, por un lado, y mi esposa o esposo, por otro, y no sé qué hacer, así es que para evitar problemas cedo y estoy allí, luchando. En este caso, es simple: si uno de los jefes de hogar es presionado, se deben tomar decisiones, uno de ellos debe sumir la responsabilidad de los hijos y quedar libre delante del Abba. Si los padres desean que sus hijos respeten a Yahweh y no trancen el paganismo en sus vidas, deben los padres mostrar ese respeto, de otro modo los hijos solo verán hipocresía y ambigüedad. Nuestro Abba será igual que el Jesucristo que le muestran en las escuelas o universidades. Recuerden, la disciplina con los hijos nunca es grata, pero es necesaria y los padres deben hablar el tema y definir sus actos de fe tanto el uno con el otro, sea uno creyentes o el otro incrédulo.
No veo maldad en esto, quizás no está en la Toráh, pero la Toráh no lo sanciona, ni lo prohíbe; por lo tanto, mi conciencia no me acusa de pecado. Esta respuesta es peligrosa, interpretar que porque no existe literalmente una prohibición a algo, no significa que esté permitido. La Toráh en muchos casos expresa que cosas semejantes a estas son abominación, o si esto proviene del olam no es de Yahweh y se añade como algo que Yahweh no ha ordenado, simplemente es contra Yahweh.
Estoy seguro de lo que creo, aún Yahshua comía entre pecadores. Las comparaciones no siempre son buenas, menos igualarnos a nuestro Adon, a quien no le llegamos ni a los talones. El fin de todo es que seamos como él, pero ¿quién podría decir que hoy es igual a él, en conducta, obediencia y amor al Abba? ¡Nadie! De lo que sí debemos estar seguros, es que si decimos creer con tal confianza, no practicaríamos lo que Yahweh aborrece y no estaríamos entre paganos o incrédulos sentados ante baales.
La Toráh es clara al respecto
Hitgalut 3:15-22 Yo conozco tus mitzvot, que ni eres frío ni caliente. Yo desearía que fueras frío o caliente. 16 Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca. 17 Por cuanto tú presumes diciendo soy rico, y me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. 18 Por tanto, Yo te aconsejo que compres de Mí, oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. 19 Y sobre muchos de los que Yo amo, también los reprendo y disciplino; para que sean celosos y hagan teshuvá. 20 He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; dice Yahshua, y si alguno de Laodicea oye Mi voz y abre la puerta de su lev, entraré con él y cenaré con él y él conmigo. 21 Al vencedor, le concederé que esté bajo mi Trono, así como yo he vencido y me he sentado con Mi Abba bajo Su Trono; 22 El que tiene oído, oiga lo que El Ruaj de Yahweh dice a las Kejilot yisraelim.
Mis amados, las excusas pueden ser muchas y debemos desecharlas todas, sí o sí. Debemos ser sabios y reconocer el inmenso amor derramado sobre nuestras vidas y es haber sido considerados por el Abba, para conocerlo, disfrutarlo y vivir eternamente con Él. ¡Rechacen la mezcla, huyan de ella, ténganla por nefasta y contraria a Yahweh, de modo que sus vestiduras permanezcan blancas en todo tiempo! Recuerden ¡Yahshua regresa!
Con amor en Yahshua, Jimmy Zubarzo
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